Como venimos explicando desde BARNES, el Baix Empordà —el “Empordanet” que inmortalizó Josep Pla— concentra lo que llamamos el “triángulo de oro de las masías”: un paisaje de viñas, encinares y pueblos medievales entre los macizos del Montgrí y Les Gavarres, a minutos de calas y puertos de la Costa Brava. Aquí la piedra, la luz y el territorio cuentan historias que trascienden generaciones.
El patrimonio es un bien escaso. Las masías catalogadas o de alto valor arquitectónico no se pueden “reproducir”. Cuando combinan buen estado de conservación, entorno protegido y accesos ágiles a la costa, el resultado es un activo que resiste mejor los ciclos y concentra una demanda con mirada patrimonial, no especulativa.
Demanda diversificada. Además del comprador nacional, observamos un interés consistente de Estados Unidos, Francia, Suiza, Bélgica y el norte de Europa. Son familias que buscan espacio, privacidad, autenticidad y naturaleza, con la posibilidad de teletrabajar y conectar en menos de 90 minutos con aeropuertos internacionales.
Uso híbrido: disfrute + patrimonio. En masías rehabilitadas, el retorno no se mide solo en renta; también en calidad de vida y preservación del legado. Cuando la finca dispone de licencia de uso turístico o de un proyecto agrícola/forestal viable (viñedo, olivar, corcho), puede añadirse una renta operativa alineada con la identidad del lugar.
Rehabilitación con criterio. Las mejores operaciones combinan el respeto por el original con una intervención técnica de alto nivel (envolventes, aislamientos, carpinterías, suelos radiantes, geotermia o aerotermia). No se trata de “modernizar”: se trata de actualizar sin perder el alma.
Paisaje productivo como valor añadido. El corcho (alcornoques), el olivar o pequeñas vinificaciones boutique conectan la finca con su territorio y pueden aportar ingresos complementarios.
Licencia turística y hospitalidad “slow”. En algunos casos, la licencia de uso turístico o un proyecto de hospitality de baja densidad (retreat, wellness, enoturismo) refuerzan la viabilidad, siempre conforme a normativa y con integración paisajística.
El porfolio reciente de BARNES en el Baix Empordà incluye masías rehabilitadas con licencia turística cerca de Ullastret y Mont-ras, conjuntos del siglo XVIII actualizados con criterios de eficiencia, y propiedades de gran parcela en Pals con zonas wellness, piscina y anexos para invitados. También comercializamos viviendas de nueva factura integradas en ruinas preexistentes en entornos como Les Gavarres, donde el proyecto recupera volumen y materiales con criterio bioclimático. Todas comparten dos rasgos: identidad y calidad constructiva.
La conversación pública sobre este fenómeno crece y nuestros expertos han sido voz de referencia. Hemos aparecido en la prensa nacional, entre otros en Expansión, mostrando algunas de nuestras propiedades en el Empordà y aportando la visión de Jordi Mercader, socio director de BARNES Costa Brava, sobre la escasez de oferta de calidad, la tracción internacional y la resiliencia del valor cuando patrimonio y proyecto técnico caminan de la mano.
Si estás valorando comprar una masía de lujo en el Empordà o quieres posicionar tu finca en el mercado internacional con la máxima confidencialidad, hablemos. En BARNES Costa Brava unimos criterio local y alcance global para que la piedra y la historia se traduzcan en una decisión sólida a largo plazo.
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