Ubicado en una finca señorial del codiciado Eixample barcelonés, este piso esquinero recién reformado combina el encanto de la arquitectura clásica con el confort y el diseño contemporáneo.
La vivienda destaca por su luminosidad natural, con cuatro balcones exteriores que aportan carácter y vistas abiertas, y una encantadora terracita interior, perfecta para disfrutar de un café en total tranquilidad.
Con una distribución pensada al detalle, dispone de dos amplias suites, una de ellas con un elegante vestidor, y un tercer espacio ideal como habitación de invitados o despacho. Los acabados son de alta calidad, respetando elementos originales como molduras y techos altos, mientras que las instalaciones han sido completamente renovadas para garantizar el máximo confort.
Una pieza única en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, ideal tanto como residencia principal como inversión de alto nivel.